Desarrollan una catapulta para seres humanos
Por José Luis Rojas Ramírez
La necesidad del ser humano de acabar consigo mismo ha logrado romper los límites de la creatividad y la innovación a través de la historia. Es cierto, el resultado de algunas cosas nos aterra, pero otras veces la curiosidad guiada por la estupidez resulta en cosas que a todos nos gustaría probar.
El curioso invento que protagoniza esta entrada no es nuevo (todo parece indicar que es de finales del año pasado) pero la red se ha dedicado a sacarlo a la luz en cuestión de horas. Les estoy hablando, por supuesto, de una catapulta desde la que se lanza gente a modo de proyectiles.
Esta máquina funciona con un motor de gas de 11 CV, un compresor de aire que almacena unos 450 litros a unos 9 bares de presión y diversos mecanismos de eyección diseñados para un asiento especial. Pero creo que es hora de dejar las especificaciones técnicas de lado y seguir con lo que nos interesa: El vídeo que muestra cómo funciona.
Como podemos apreciar en el vídeo, los valerosos individuos –candidatos sin duda a los Premios Darwin– salen disparados a distancias que van de unos 6 metros más o menos hasta unos 15 metros de distancia. Ahora bien, como la seguridad es lo primero, los voluntarios llevan un paracaídas y se lanzan junto a montañas y puentes; además son expertos en salto BASE y tras recuperar la posición tienen el tiempo justo para abrirlos antes de terminar aplastados en una montaña. Alternativamente también se puede lanzar a la gente sobre el agua sin paracaídas, siempre y cuando el cuerpo de agua tenga la profundidad suficiente.
Así que nada, si han querido intentar salto BASE o quieren saber qué siente una piedra cuando es arrojada en movimiento parabólico, esta catapulta es para ustedes.
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